‘RUR’, abreviatura de ‘Rossum's Universal Robots’, es una obra teatral de ciencia ficción escrita por el checo Karel Čapek. Se estrenó el 25 de enero de 1921 en el Teatro Nacional de Praga y causó furor. Tanto que al año siguiente se montó en Nueva York y en dos años se había traducido a 30 idiomas.
De esta forma tan orgánica y tan artística se introdujo en el mundo entero la palabra ‘robot’, y es por eso que hoy podemos celebrar un siglo desde que se comenzó a usar este término.
La palabra ‘ robot ’, en realidad, había sido ideada por el hermano del autor, Josef Čapek, a partir de la palabra checa ‘robota’, que significa ‘esclavo’ .
La obra teatral trata sobre una empresa que construye humanos artificiales orgánicos con el fin de aligerar la carga de trabajo del resto de personas -algo que tiene más que ver con el concepto moderno de androide o clon-. Estas criaturas pueden hacerse pasar por humanos y tienen el don de poder pensar. Pese a ser creadas para ayudar a las personas, más adelante estas máquinas entrarán en confrontación con la sociedad, iniciando una revolución que acabará destruyendo la humanidad.
Čapek vio ya hace un siglo temores que todavía hoy seguimos teniendo. Sin embargo, en la actualidad las máquinas y la tecnología robótica nos acompañan cada vez más. E incluso en algunas áreas de la ingeniería está muy por delante de lo que la imaginación nos hubiera permitido soñar hace unas décadas.
Desde luego, los robots que veíamos en las películas de los 80 los hemos alcanzado de sobra : máquinas que limpian, que aprietan tornillos, que montan piezas en fábricas, que reparten paquetes en tu domicilio . Todo eso es muy común -y mucho más sofisticado que los cables, las placas rectas y las luces laser a las que nos tenía acostumbrados la ciencia ficción de aquellos años-.
2020 ha sido un año especial : además de la innovación que ya de por sí podría traer una época como la que vivimos teniendo en cuenta el desarrollo tecnológico, la crisis sanitaria ha avivado las mentes más brillantes y han aparecido revolucionarias ideas.
Un dato para hacernos una idea: según los datos provisionales de la Oficina Española de Patentes y Marcas, ha habido un crecimiento de casi un 9% en las solicitudes de patente en comparación con 2019.
Desde robots policía para controlar que se cumplían las restricciones hasta robots de reparto para evitar que fueran repartidores humanos a las casas , pasando por robots avatar que reponían las estanterías de los supermercados.
Y, por supuesto, muchas máquinas capaces de desinfectar de cualquier tipo de patógeno la superficies . Por ver hasta hemos visto un robot que era capaz de cortarnos el pelo para no acabar como los Beatles después de estar tantas semanas encerrados en casa.
No todo ha tenido que ver con la situación sanitaria en 2020, aunque parezca mentira. El pasado año también nos regaló otras innovaciones fuera del sector de la salud como una presa construida solo por robots , golondrinas robóticas que maniobran y mueven sus alas como un ave real , robots albañiles que construyen las paredes de una casa en un día e incluso ‘transformers’ en la vida real de la mano de Hyundai. La robótica incluso logró que un edificio de 7.600 toneladas ‘caminase’ en Shanghái .
Como no, en este pequeño repaso no podía falta Boston Dynamics . La compañía robótica ha sido adquirida mayoritariamente este 2020 por Hyundai , ha empezado a comercializar su perro robot Spot y nos despidió el año de manera encantadora con sus creaciones más punteras bailando el famoso twist de The Contours, Do You Love Me.
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